
1. Las FUENTES DE ENERGÍA del cuerpo humano son:
HIDRATOS DE CARBONO: Se convierten en última instancia en glucosa, la cual se transporta por la sangre a los tejidos activos donde se metaboliza. Cuando estamos en reposo, el consumo de Hidratos de Carbono es absorbida por los músculos y el hígado, transformándose en glicógeno y almacenándose este último en el citoplasma de las células hasta que lo utilizan para formar el ATP.
GRASAS: Nuestro cuerpo tiene más capacidad de acumular grasa que Hidratos de Carbono, además son menos accesibles para ser transformadas como energía porque deben ser reducidas desde su forma más compleja (triglicéridos) a sus componentes básicos: glicerol y ácidos grasos libres, los cuales podrían ser usados como ATP.
El ritmo de liberación de las grasas es más lento que la de los Hidratos de Carbono y necesitan más oxígeno para metabolizarse.
PROTEÍNAS: Centrándonos en la parte energética de las proteínas, solo aportan entre el 5% y el 10% de la energía necesaria para mantener un ejercicio prolongado y tan solo su descomposición a aminoácidos podría utilizarse en la producción de esta.
2. ATP
El ATP se utiliza en diferentes funciones dentro de nuestro cuerpo: crecimiento y reparación de tejidos, aumento de masa muscular, el transporte activo de muchas sustancias; glucosa, calcio, etc.
Cada molécula de ATP se compone de: adenosina (adenina unida a ribosa) + tres grupos de fosfatos (P), en el proceso de producción de energía, cuando los fosfatos se separan la reacción reduce el ATP a ADP + P.

Las células pueden generar ATP mediante tres métodos:
- El sistema ATP-PC.
- El sistema Glucolítico.
- El sistema Oxidativo.
Una vez comentado la parte más teórica, para un siguiente post continuaremos con algo un poco más práctico.